En una emotiva y multitudinaria ceremonia celebrada este sábado en la Plaza de San Pedro, más de 250 mil personas se congregaron para rendir el último homenaje al papa Francisco, fallecido el pasado lunes a los 88 años. La misa, oficiada por el cardenal Giovanni Battista Re, contó con la presencia de delegaciones de más de 130 países y alrededor de 50 jefes de Estado y de Gobierno, así como de miembros de la realeza como los reyes de España, Felipe VI y doña Letizia. La capacidad máxima de la plaza, de 40 mil personas, se vio ampliamente desbordada, extendiéndose la multitud a lo largo de la Vía de la Conciliación y calles adyacentes.
Tras la ceremonia, el féretro del pontífice fue trasladado en cortejo hasta la basílica de Santa María la Mayor, cumpliendo así su deseo de ser sepultado en ese emblemático templo mariano. Francisco descansará bajo una lápida de mármol blanco de Liguria, con su nombre papal 'Franciscus' y una reproducción de su cruz pectoral en plata. El ambiente de la despedida fue de profundo recogimiento y respeto, reflejando el impacto del legado del Papa argentino en la Iglesia y en el mundo.
Entre las figuras destacadas que asistieron al funeral se encontraron el presidente argentino Javier Milei, la primera ministra italiana Giorgia Meloni, el expresidente estadounidense Donald Trump, el mandatario francés Emmanuel Macron y el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. La histórica jornada marcó no solo el final de una era para la Iglesia católica, sino también un momento de unidad global en torno a la figura de un pontífice que dejó huella profunda en millones de fieles alrededor del mundo.



