Un trabajador de limpieza de ventanas vivió momentos de terror cuando quedó suspendido en el aire durante el fuerte terremoto de magnitud 7,7 que sacudió Birmania el pasado 28 de marzo. El sismo, cuyo epicentro se ubicó en la ciudad de Sagaing, provocó un intenso movimiento en el edificio donde el hombre realizaba sus labores, dejando al trabajador aferrado a su arnés mientras los rascacielos se balanceaba violentamente.
Las imágenes del incidente, captadas desde la distancia, muestran el impacto del terremoto en la estructura y el peligro que enfrentó al hombre. En un momento crítico, una piscina situada en la parte superior del edificio derramó grandes cantidades de agua debido a las fuertes sacudidas, empapando al trabajador mientras este intentaba mantenerse sujeto a su equipo de seguridad. Su rápida reacción y la resistencia de su arnés fueron claves para evitar una tragedia mayor.
El devastador sismo dejó al menos 1.644 personas afectadas y múltiples daños estructurales en diversas zonas del país. Este impactante suceso resalta los peligros que enfrentan los trabajadores en altura y la importancia de contar con medidas de seguridad adecuadas en caso de desastres naturales.



